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LA CONFORMACIÓN DE LA PAREJA: LA IMPORTANCIA DE UNA IDENTIDAD DISTINTA

La pareja, inicialmente viene de dos identidades con diferentes creencias, idiosincrasia, pautas de crianza, modelos de ver la vida, estos modelos se ven reforzados o anulados en la creación de un “nosotros”. La pareja sin necesidad de requerirlo trae aparejada necesariamente desde la familia de origen las ideas, formas de crianza, etc. En cuanto sea un subsistema capaz de diferenciarse de sus familias de origen, le permitirá formar su propio sistema autónomo e independiente del sistema del cual emergió. Esta es una etapa difícil para muchos, quienes no han logrado diferenciarse en sus propias etapas de desarrollo de la pareja, transformando tu relación en única y diferenciada de los otros.
Una pareja confusa sin una claridad de sus cualidades distintivas, o alguno de sus miembros apegada/o a su familia de origen, sin lograr tener una identidad diferente, o tomar decisiones por si solos, crea una crisis en la relación que no permite la conformación sólida de una identidad diferenciada. La confusión y fusión de los miembros de la pareja, lleva a cuestionamiento en el estar en pareja, con sentimientos de frustración y dificultad de llevar a cabo una relación. Nosotros en Diálogos te ayudamos a distinguir tu propia identidad, diferenciándose y creando tu forma de ser en pareja. Podrás disfrutar con claridad y seguridad de quienes son y tomar decisiones seguras. Te invitamos a realizar un proceso terapéutico donde te guiaremos hacia la creación de una identidad única y de conciliar una forma especifica de ser pareja, dejando atrás la confusión que genera ansiedad con respecto a lo que estamos siendo juntos.
La identidad de “nosotros” es crucial, se forma cuando dos personas transan en sus respectivos modelos de realizar acciones y crearse la vida, para convertirla en una nueva forma de vivir.
Para llegar a este punto es necesario estar dispuesto a crear un “nosotros”, es decir, ya no es como se “hace en mi casa” o como se “hace en tu casa”, sino como lo hacemos en nuestra casa y en nuestra vida.
Etapa compleja el construirse como “pareja”, conlleva poder crear un espacio de interacción “íntimo”, donde sólo caben dos. Conocer la pareja y comprender la constitución de un espacio relacional único, que se traslapa con otros, en los mismos personajes y múltiples dominios de existencia nos obliga a revisar acuciosamente las distinciones y límites de este para su sobrevivencia en el siglo 21. La dinámica central de la pareja que empieza a formarse es, ir confrontando y chequeando los modelos que cada uno trae respecto de la relación. Habrá aspectos coincidentes, y que, por lo tanto, ni siquiera requieren ser conversados pues se asume que es “así la vida”. Pero habrá otros que responden a modelos internalizados diferentes y que al traducirse en conductas de la vida cotidiana producirán conflictos. Conflictos que obligan a conversar, negociar. Y sólo será posible negociar si las diferencias se validan y se toman en consideración, no si son expresión del error del otro en su concepción de cómo es una pareja sana o normal. (Coddou & Méndez, 2008).

Marcela Arratia Marzolo

Instituto de Psicología Diálogos, Magister en Psicología Clínica. La Serena, Chile

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